HISTORIA DE LOS GREEN BAY PACKERS





Todo comienza un tal 11 de agosto de 1919 en la pequeña ciudad de Green Bay, del estado de Wisconsin, y en un lugar de lo más normal y habitual, en la sede del periódico local, " Green Bay Press-Gazette", donde Curly Lambeau y George Calhoun reunieron a un grupo de jugadores de dos universidades rivales: la Earl "Curly" Lambeau y la George Whitney Calhoun. Los socios solicitaron fondos para poder conseguir los uniformes necesarios y Lambeau lo pidió a la empresa en la que trabajaba de despachador, por lo que fue concedido el dinero y así arrancaba el proyecto packer.





En agosto de 1921 consiguieron su franquicia en la liga para disputarla, pero debido a problemas financieros y no tener suficientes recursos para jugar y viajar, se aplazó un año más el sueño. A la temporada siguiente todo estaba a punto, Lambeau había conseguido los medios y patrocinadores suficientes, que fueron cinco, conocidos como el "Hungry Five". Comenzó el proyecto de la franquicia deportiva más humilde de la historia.




Desde 1922 hasta 1928, el equipo estaba dando pequeños saltos en la liga, ganando pocos partidos pero dejando grandes sensaciones sobre el Bellevue Park hasta 1924 y el City Stadium desde 1925, por entonces estadios locales donde disputaron sus primeras temporadas.



Llegó 1929, diez años después de la formación del equipo. El año dorado, el primer título para la franquicia packer. Pero no fue un título cualquiera, ya que además de ser el primero, se consiguió manteniéndose el equipo invicto con un increíble 12-0-1 gracias a la temible defensa partido tras partido. Destacaban nombres tan populares como Red Dunn, Bo Molenda, Johnny McNally y Arnie Herber entre otros. La lista se podría alargar hasta nombrar la plantilla completa, un equipo sólido es como se podría definir el de aquellos años 30. Jugadores que jugaban tanto en la defensa como en la ofensiva, de ahí recibieron el apodo de "los hombres de hierro". Todo esto no quedó en 1929, durante los dos años siguientes también se consiguió el campeonato, lográndolo tres veces consecutivas, al igual que el récord en victorias, que aún no se ha superado, 30 partidos seguidos sin perder en casa, estaba claro que el City Stadium era el fortín de Green Bay.






Pasados los tres años de gloria (1929-1931), hubo un periodo de transición que duró hasta 1935, el año que volvió a cambiar a los Packers gracias a la llegada de Don Hutson, el mejor receptor de la liga sin ninguna discusión. Dicho y hecho, llegó como una estrella y cumplió, logrando durante ocho temporadas ser el jugador con más recepciones y ayudando a la franquicia de Wisconsin a ganar los campeonatos en 1936, 1939 y 1944. Era la clave de las victorias, un arma temible para todos los equipos, que no conseguían pararlo. De esta forma, los Packers volvieron a ganar 3 campeonatos en menos de 10 años. Don Hutson dejó 18 récords cuando se retiró en 1945, algunos de ellos siguen sin ser superados y, gracias a todos los méritos conseguidos, su número 14 fue retirado en la institución de Green Bay y fue incluido miembro fundador del Salón de la Fama de la NFL, una leyenda.










Como en toda montaña rusa, cuando subes muy alto llega el momento de la bajada, y eso ocurrió a partir del retiro de Hutson, Lambeau no conseguía retornar a los Packers a lo más alto, y en 1949 dimitió para marcharse a los Chicago Cardinals, dejando su cargo a Gen Ronzani y Lisle Blackbourn, pero tampoco obtuvieron unas mejoras claras. El año más negro llegó en 1958 con Ray McLean de entrenador, el equipo realizó su peor temporada logrando un 1-10-1, la peor marca de la historia de la franquicia. Si tuviésemos que escoger algo positivo de la década de los 50 fue el cambio de estadio y de nombre, inaugurando así el Lambeau Field, el actual estadio.







Estamos hablando de los Packers, que los 50 hayan sido malos años no quiere decir que los 60 vayan a ser iguales, ni mucho menos, se podría llegar a considerar la década packer. En la temporada de 1959, se realizó una de las mejores decisiones de la historia, contratar como entrenador jefe a Vince Lombardi, el hasta entonces asistente de los Giants. Con él llegaron los años de gloria, desde 1959 hasta 1968, los Packers consiguieron 6 títulos. 4 campeonatos NFL, en 1961, 1962, 1965 y 1966. En 1967 se celebró la primera edición de la Super Bowl, a la que nuesto equipo llegó enfrentándose a los Kansas City Chiefs en Los Ángeles. Primera Super Bowl, primera victoria, 35-10. 1968 no iba a ser menos, los Packers llegaron a la Super Bowl II, esta vez ante los Oakland Raiders en Miami, y de nuevo se levantó el trofeo gracias al 33-14 en el marcador. Muchos se preguntan el por qué de tantos títulos, pero la respuesta es fácil: En la ofensiva permanecían Bart Starr, Jim Taylor, Carroll Dale y Paul Hornung. En la defensa se encontraban rocas como Willie Davis, Henry Jordan y Dave Robinson. ¿Sencillo, no?





Vince Lombardi consiguió un balance de 98-30-4 en 9 temporadas con los Packers, con una increíble marca de 9-1 en Playoffs. Fue nombrado muy meritoriamente entrenador del año en numerosas ocasiones. Al fallecer en 1970, la NFL lo conmemoró nombrando al trofeo de la Super Bowl como "Vince Lombardi".










Como es habitual en esta institución y en todas en general, tras una época de gloria, viene otra de declive. Así fueron las décadas de los 70 y de los 80, largos años de reconstrucciones del equipo que parecía no dar con la tecla para volver a triunfar en la liga. Ron Wolf fue nombrado director de operaciones y al año siguiente contrató como entrenador jefe a Mike Holmgren, que militaba hasta entonces en los 49ers. En 1992 comenzaba una nueva era de la mano del quarterback de los Falcons, Brett Favre, quien fue traído a los Packers gracias a las recomendaciones del entrenador Holmgren. Con Favre como base, se empezó a construir otro equipo de leyenda, trayendo así al posible mejor agente libre de la historia, Reggie White, uno de los mejores defensores de todos los tiempos. Wolf y Holmgren declararon que el equipo tenía "un compromiso total con la victoria", pero se truncó durante tres temporadas ante los Cowboys de Dallas, quienes no dejaron a los Packers ninguna opción en Playoffs, creándose así una gran rivalidad.








1996, los Packers consiguieron un buen 13-3 en temporada regular, siendo los números 1 en defensa y en ataque gracias a las aportaciones de Favre y White, los de Green Bay se plantaron en la Super Bowl XXXI ante los New England Patriots y ganaron 35-21 debido al fantástico partido que se marcó Desmond Howard, quien fue nombrado MVP de la Super Bowl, para conseguir así el duodécimo campeonato de la franquicia.


En 1997 casi se repite la misma historia, se volvió a registrar el balance de 13-3 y se consiguió llegar a la Super Bowl XXXII para disputarla ante los Denver Broncos. Derrota por 24-31 debido a la increíble actuación de John Elway para los de la franquicia de Colorado.







La temporada de 1998 está considerada como un año de inflexión hacia el futuro, pero no positivamente. En aquellos Playoffs, los de Green Bay se enfrentaron ante los 49ers en primera ronda, con el trío Favre-White-Freeman todo parecía sencillo, pero el partido se envolvió en una profunda polémica debido a una jugada de los de San Francisco justo antes de acabar el tiempo, en la que Steve Young lanza un pase al receptor Jerry Rice y este soltó el balón, por lo que no se completó la jugada, pero los árbitros declararon que fue debido al contacto de la defensa, por lo que los 49ers anotaron y ganaron el partido. A partir de ese año y con la finalidad de evitar mayores problemas, la NFL instituyó un sistema de repeticiones para las jugadas. En aquella postemporada, Holmgren cambió a los Packers por los Seahawks y además Reggie White anunció su retirada.






En consecuencia, Green Bay necesitaba una reestructuración, la cual se intentó por medio del experto coordinador defensivo Ray Rhodes, quien firmó un 8-8 en la temporada y no fue renovado. No parecía darse con la tecla para que los Packers volviesen a ser un equipo fuerte y rocoso, hasta 2001 donde Mike Sherman se convirtió en nuevo entrenador jefe. Con una plantilla dirigida por Favre, Ahman Green y una increíble ofensiva, la temporada regular no suponía un problema, pero en los Playoffs, los Packers parecían un equipo novato y perdieron después de 70 años, un partido de postemporada en casa, antes los Falcons por 7-27. Hasta 2005 el equipo parecía dar tumbos en la liga, sin realizar ninguna temporada convincente y destacada, Sherman fue despedido y en su lugar se contrató a Ted Thompson como gerente general y director de operaciones y a Mike McCarthy como entrenador jefe gracias a sus buenas temporadas en los Saints.





Muy mejorable, así se puede definir el año 2006 en el que los Packers no consiguieron clasificarse para los Playoffs, aunque en la fraquicia se decidió dar un voto más de confianza a Thompson y McCarthy quienes argumentaron que el equipo estaba adaptándose a los cambios y la base ya estaba construida. En el Draft de 2007 los Giants eligieron al corredor Ryan Grant, pero los Packers adquirieron sus servicios y realizó una fantástica temporada marcándose 8 TD y corriendo 956 yardas. Parecía que todas las piezas encajaban, y la franquicia consiguió un 13-3 en temporada regular. En Playoffs, los Packers se impusieron 42-20 en un partido que quedará para la historia, debido a que se jugó bajo una intensa tormenta de nieve, además Grant fue clave al conseguir 3 TD corriendo más de 200 yardas. Los de Wisconsin llegaban a una final de conferencia 10 años después y esta vez fue ante los Giants. Doble derrota, la primera fue en el partido, 23-20 en la prórroga, y la segunda en el estadio y en toda la afición packer, era la última vez que Favre iba a vestir los colores de Green Bay, meses más tarde confirmó su retirada a pesar de que después firmó por los Jets y posteriormente por los Vikings.






¿Y ahora qué? Se preguntaron muchos aficionados. Todo no puede ir cuesta abajo, más bien pasó todo lo contrario, primero, Thompson y McCarthy firmaron una extensión de contrato por cinco años, y segundo, en 2008 confiaron en el mejor jugador que podía hacer que no se echase de menos a Favre, sí, estamos hablando de Aaron Rodgers, quien estuvo tres años de suplente esperando su oportunidad. Dicho y hecho, no desperdició su ocasión, en su primera temporada como titular lanzó más de 4000 yardas completando 28 touchdowns. Pero no fue la mejor temporada para los Packers, sólo consiguieron 6 victorias y no fue posible jugar Playoffs. McCarthy estaba convencido de que el equipo necesitaba un cambio y despidió a 8 entrenadores asistentes, incluido Bob Sanders, quien fue relevado por Dom Capers.





En el Draft de 2009 se fichó al mejor jugador universitario defensivo, Clay Matthews III y también al liniero defensivo BJ Raji, junto con defensores jóvenes como Brad Jones quienes harían de la defensa packer una de las mejores de la liga gracias a que también se recuperó la mejor versión de Mark Tauscher y Charles Woodson. El ataque dirigido por Rodgers no pasaba desapercibido y menos teniendo de alas a Ryan Grant y Jermichael Finley. El equipo estaba formado y sólo le faltaba un último empujón, pero no se pudo conseguir en 2009, ya que el equipo fue derrotado por los Cardinals en la ronda comodín por 45-51.






2010, el glorioso año 2010. Con la base sólida formada en 2009, sólo había que pulir algunos detalles en la defensa, y se consiguió eligiendo en el Draft a Mike Neal, Morgan Burnett y CJ Wilson. También se reforzó muy fuertemente la ofensiva eligiendo al tackle ofensivo Bryan Bulaga y a los corredores Andrew Quarless y James Starks. Tras un 10-6 en la temporada regular empezaron a llegar las lesiones y parecían que iban a frenar la buena trayectoria que llevaba el equipo, pero no fue así, la plantilla estaba perfectamente configurada y los reservas respondieron con creces. En primera ronda cayeron los Eagles 21-16, en la divisional los Falcons 48-21, y en el campeonato por la conferencia se consiguió una victoria muy trabajada ante los Bears por 21-14. Los Packers llegaron a la Super Bowl XLV en febrero de 2011 para ganarla por 31-25 ante los Pittsburgh Steelers. 2 touchdowns de Jennings, otro de Nelson, que consiguió 9 recepciones y un muy acertado Aaron Rodgers que consiguió ser el MVP, hicieron que la franquicia de Green Bay consiguiese su título 
número 13.






En 2011 los Packers hicieron gala de ser los vigentes campeones y consiguieron un 15-1 en temporada regular, récord de la NFL. Pero en Playoffs se encontraron con unos sólidos New York Giants que no les dieron ninguna opción y se marcharon a casa perdiendo 20-37.

En la temporada siguiente la historia fue parecida, 11-5 durante la fase regular y en Playoffs, los 49ers plantearon un buen ataque para marcarse un contundente 31-45.
En 2013 no iba a cambiar a mejor, se empeoró el balance consiguiendo tan sólo 8 victorias y cayendo en primera ronda de Playoffs de nuevo ante San Francisco por 20-23.
Este reciente año, la temporada regular fue mucho más sólida y el equipo parecía muy capacitado para afrontar los Playoffs con actitud. Así fue, hasta el partido por la conferencia contra los Seattle Seahawks, donde los de Green Bay dominaron todo el encuentro, pero con la prórroga se dio un paso atrás y, liderados por Russell Wilson, se impusieron 22-28.




¿Qué por qué soy de los Packers? Tengo infinitos motivos, pero podría estructurarlos en los siguientes:


Porque es el equipo más humilde de la liga, que se formó con el menor dinero y en las circustancias más difíciles, y contra todo pronóstico fueron ganando un campeonato detrás de otro y ahora son los reyes de la NFL, pero nada se hubiese conseguido sin trabajo, esfuerzo y constancia.


Porque es un equipo que juega con el corazón, veías jugar a Favre y te enamoraba con sus pases, ahora ves a Rodgers y piensas que los años no han pasado, que el sentimiento packer no va a acabar nunca.


Porque Green Bay es la única ciudad que posee una franquicia de las grandes ligas americanas teniendo poco más de 100.000 habitantes, es toda una ciudad volcada con el equipo, toda la ciudad es dueña de la franquicia puesto que su financiación se basa en acciones, todo fan de los Packers posee alguna y, aunque no reciba ningún beneficio, se siente orgulloso al saber que con su pequeño granito de arena está viendo disfrutar de los pases de Rodgers, de las recepciones de Randall Cobb y de las carreras de Clay Matthews.

Porque no hay adjetivo para describir lo que siente un fan cuando va al Lambeau Field y no cabe ni un alfiler, con toda la afición apoyando al equipo y esa emoción se transmite a través de las pantallas y hace que llegue a tantos kilómetros de distancia.


Por todo esto y mucho más soy un packer más, porque la Nación Packer siempre estará ahí. GO PACK GO!